Hay muchos artículos en el Zohar sobre las letras y yo recomiendo a los estudiantes leerlos.
La sección A del Zohar es una introducción, escrita por el mismo rabí Shimon. En la introducción está el “Artículo de las Letras“ llamado “Otiot De Rav Himmona Saba “. En él rabí Shimon explica la forma de cada letra, el atributo de cada una y por qué las letras tienen un cierto orden de Alef a Tav. también explica el propósito de tener letras intercambiables, porque las letras se conectan a una palabra de cierta manera, y cómo una palabra se torna en una cierta secuencia de acciones.
Una letra simboliza el rango de mi percepción del mundo que me rodea
Cada letra representa cierto atributo de un poder superior al hombre, o la respuesta del hombre a la Fuerza Superior. Sentimos la palabra según el grado de similitud que tengamos con ella. La manera que siento las ondas luminosas, las ondas sonoras y demás es en perfecta conjunción a lo que me sucede externamente. Cada una de las letras marca un cierto espacio en el cual yo puedo comprender el mundo que me rodea. A través de las veintidós letras y cinco más ( 27 en total) se percibe esa parte del mundo llamada AHaP y una pequeña porción del GalgaltaVeEynaim, de manera no específica.
Leyendo una oración –fluyendo a la Luz Superior
Si conecto estas propiedades juntas, me muevo de propiedad a propiedad, de sensación a sensación, de causa a efecto. La conexión de las letras en forma de cadena me lleva de una sensación a otra permitiéndome fluir con las letras. Leyendo una oración, nos volvemos parte de ella, de la misma forma que fluimos a la Luz. Esa sensación de fluidez nos otorga un proceso y un propósito. Eso es lo que un cabalista siente cuando lee las letras.
La idea es parecida a la de un músico, quien, cuando mira las notas musicales, siente y realmente puede escuchar la música. El puede mirar esos símbolos, que no significan nada para nosotros y ponerse emotivo, llorar, cantar. Para él lo es todo porque siente las notas. Para él son símbolos de sensaciones internas. Así también con los cabalistas.
El estudio induce al hombre a un cuadro espiritual
Cuando leemos el libro de cualquier cabalista, el texto nos parece muy aburrido. ¿Por qué? Porque en ese momento no estamos a su nivel, en donde podemos comprender la información de una forma emocional, como el autor. Sin embargo, podremos llegar a este nivel estudiando y leyendo. Toma tiempo, meses, es una senda muy larga, pero es la única, la lectura y el estudio en sí mismo estira al hombre lentamente hacia el conocimiento. Comenzará a tener sensaciones, como en el cine, se mete en la película y comienza a vivirla. El proceso le sucederá a cada persona, si enfoca sus energías durante la lectura del libro. El texto contiene poder porque está escrito por personas que sienten el mundo espiritual, el Mundo Superior.
A medida que progreses verás que detrás de cada letra impresa en el libro, letras adicionales aparecen. Parece extraño: la imprenta imprime los textos exactamente de acuerdo al original y generalmente estos procesos son mecanizados. Pero te darás cuenta que hay signos adicionales en las letras. Con un grado mayor de percepción, verás mas cosas. Más allá de la sensación interna que aparecerá, también habrá señales externas.
Espiritualidad, que es la parte que sentirás fuera del cuerpo, cubrirá la parte que sientes dentro de tu cuerpo, como la fusión de dos mundos.
Luego verás que cada letra, cada palabra, cada conexión de palabras forman una oración en los libros sagrados, componen una oración del principio al final. La Torá misma es una larga oración, una oración que toma a la persona desde el comienzo de la corrección hasta el final. Cuando la persona complete su corrección, estará en el nivel más elevado de su desarrollo.
El mundo (Olam –ocultamiento) fue creado con las letras
Está escrito que el mundo fue creado con las letras. El mundo (Olam) significa ocultamiento y también nuestras vasijas fueron creadas por las letras. Todo lo que esté oculto a nosotros existe en una forma escondida, en una forma exacta, en esos patrones de letras.
Si nosotros, a fin de alcanzar la realidad espiritual, nos responsabilizamos a hacer lo correcto, comenzaremos a sentir que tenemos nuevas posibilidades de sentir la realidad a través de las veintisiete letras de corrección. Estudiando cada una de ellas con sus propiedades y copiándolas en nosotros mismos, la realidad entera se abrirá frente a nosotros, comenzaremos a sentir su aliento.
Hay algunas letras que son únicas en su conexión, esas son diez nombres que no pueden ser borrados. Ellas son las diez Sefirot, una estructura rígida permanente de la realidad entera. Las diez Sefirot son diez niveles de contacto entre el Creador y el hombre.
El Poder Superior llamado “Creador” es el poder de Biná sobre nosotros. Como he dicho,
tenemos Keter, Jojmá y Biná, Zeir Anpin y Maljut. Biná, para nosotros es el Creador. El Zeir Anpin mismo se compone de seis partes.
Así, diez Sefirot, diez nombres que no pueden ser borrados. ¿Qué significa que “no pueden ser borrados”? Son como moldes, conexiones permanentes, sistemas de relación constante de un nivel superior a un nivel inferior.
El nivel inferior somos nosotros, el superior es la Fuerza Superior.
E-L-O-H-I-M ( Dios)
¿Por qué al Creador aquí se le llama Biná?
Porque ese es el máximo nivel que podemos alcanzar. La relación de ese nivel para nosotros tiene un nombre: Elokim.
Elokim en gematria es naturaleza. La relación entre dos fuerzas es la naturaleza del Mundo Superior o de la realidad general.
Una pregunta podría hacerse: si describimos el mundo espiritual utilizando letras hebreas,
¿podremos describir esas relaciones, esas mismas impresiones y emociones de una realidad superior en un idioma diferente? No.
Un hombre inglés, ruso, alemán, cualquiera puede volverse cabalista, entrando a un Mundo Superior, sentirá la relación entre las fuerzas – a representación del Maljut, el punto sobre la Luz Superior. El sentirá las emociones en forma de letras hebreas y no de otra forma.
¿Cómo pudo un prisionero ruso escribir un libro de cantos en hebreo?
Hubo un caso muy especial, cuando yo aún estaba con mi rabino: un hombre llegó de Rusia, estuvo en un campo de trabajos forzados, laborando muy duro, pasando mucho tiempo en la cárcel. El no sabía hablar hebreo y estaba muy alejado del judaísmo; sin embargo, él era judío. Llegó a Israel alrededor de 1983-4.
Yo estaba imprimiendo mi primer libro. El me encontró, se acerco a mí y me entregó un libro de canciones escrito por él en prisión –en hebreo– sin tener conocimiento alguno del idioma. Es una maravilla. Yo casi no podía entender lo que estaba escrito en él. Utilizaba un nivel muy elevado de hebreo. Le enseñé el libro a mi rabino y él dijo que por encima del sufrimiento y el deseo, un hombre, con el propósito de entender lo que le estaba pasando y por qué el mundo lo estaba tratando tan duramente, penetró en las sensaciones de un mundo fuera de él. Fuera de sus sensaciones, sin sentir el Mundo Superior, comenzó a entender aquellos símbolos y los transcribió. Y aún más, las canciones eran sorprendentemente hermosas. Las palabras eran tan elevadas que no pude entender el noventa por ciento de ellas.
Este es realmente un ejemplo único que nos demuestra que un hombre puede comprender las contemplaciones espirituales de tal manera que la impresión en él es una impresión única de letras.
La forma de las letras nos describe de una manera exacta la relación entre las fuerzas y las relaciones que nos afectan.-