07.05.10, 13:00
Hoy, la humanidad no tiene más hacia donde desarrollarse, y cómo solucionar problemas que surgen y se sienten más y más como complicaciones y golpes del destino ciego.
En el siglo 21, los medios de comunicación están colmados de pronosticaciones sobre el futuro, de magias, de brujerías y horóscopos. En realidad, estamos en un mundo en el que nada es sabido. Pero hoy nos sentimos atraídos por las predicciones y profecías, y no por la fe ciega que caracterizaba las generaciones anteriores sino como resultado del reconocimiento de nuestra impotencia frente a la naturaleza.
La fe en Fuerzas Superiores que manejan el mundo, nos ha llegado después de la fe en la ciencia, en la rendición frente a la naturaleza. Como resultado del desarrollo científico, comprendimos que no tenemos control sobre la naturaleza y sobre nuestro destino y comenzamos a buscar el origen del que dependemos.
Ba’al ha Sulam, en su artículo “Exilio y redención”, en el capitulo “Congruencia y unidad entre la Torá y la fe ciega y el desarrollo del cálculo humano”, habla de que pronto la humanidad se decepcionará mucho del intento de solucionar los problemas y aceptará la sabiduría de la Cabalá como un conocimiento que le es enviado de Arriba y trata de la corrección propia y la del mundo.
Extracto de la clase sobre el artículo “Exilio y redención”, 14.04.2010