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jueves, 5 de agosto de 2010

CUENTO PARA CHICOS Y GRANDES

Pablo y las historias del abuelo

Capítulo 1

Una mañana de los últimos 10 años, Pablo de 8 años, fue a la casa de su abuelo donde iban a hacer un asado familiar.

A Pablo siempre le gustaron las historias de su abuelo, porque estaban llenas de aventuras. Generalmente aprendía algo nuevo que lo impresionaba y lo dejaba asombrado.

Durante el asado todo el mundo charloteaba, todos con todos. Era un evento único en el año. ¡Claro! ¿Cuándo hay tiempo para que toda la familia se reúna? Actualmente todos los tíos, padres e incluso abuelos se la pasan trabajando y los chicos van todos los días a la escuela. Por eso los momentos de encuentro se producen una o, como mucho, dos veces en el año.

Pero en esos momentos Pablo se la pasaba haciéndole al abuelo preguntas y, de vez en cuando, le pedía que le cuente alguna historia, ya sea propia o inventada.

El abuelo también disfrutaba de esos momentos que no se repetían con frecuencia.

- ¿Qué hiciste, abuelo, estos días?

- Ayer estuve trabajando, me esta yendo bien. ¿Cómo va la escuela?

- ¡Muy bien! Tengo muchos amigos y ¡Martín tiene la PLAY!

- ¿Qué es una play?

- Es un jueguito que está rebueno. Se llama Conquister. Vos tenés que ir juntando cada vez más territorio…- mientras tanto el abuelo esperaba que termine de contar qué era la play, para contarle algo.

- ¿Vos sabías que acá vivían unas comunidades, que se llamaban indígenas?

- No. ¿Y qué pasó?

- Antes de que Argentina fuese Argentina vinieron unos conquistadores de Europa, igual que el Conquister, y les quitaron las tierras, los mataron, los obligaron a vestirse como europeos y los torturaron. Pablo se fue quedando mudo. Apenas podía hacer gestos de asombro. Las historias de su abuelo siempre lo sorprendían e impresionaban.

El abuelo continuó.

- … siempre hubo matanzas, conquistas y todo tipo de atrocidades. Pero te puedo contar una historia mucho más antigua. De cuando la humanidad estaba unida.

- Sí- dijo Pablo quien se sentía un poco avergonzado por haberse divertido con ese juego.

- Hace alrededor de 5000 años, cuando recién comenzaron a surgir los primeros pueblos, la humanidad vivía unida en la Mesopotamia, lugar donde ahora se encuentra Irak y todos se pelean por conquistar.

- Ese lugar siempre aparece en la tele y hay mucha guerra.- dijo Pablo coincidiendo.

- Sí, ahí antes estaba el pueblo de Babilonia. Todos vivían en armonía y amaban muchísimo la naturaleza. Realmente había una buena convivencia.

- Justo ahora en la escuela estoy viendo los problemas climáticos y la contaminación.

- Bueno, en ese momento la humanidad estaba en equilibrio con la naturaleza.

- ¿Y por qué ahora hay tantos problemas climáticos o guerras?

- Porque en Babilonia vivían todos muy bien, hasta que el hombre intentó aprovecharse de la naturaleza para su propio beneficio en lugar de satisfacer solamente sus necesidades naturales. Fue entonces que nació el ego.

- ¿Qué es el ego?

- El ego es el deseo del hombre en exceso. El exceso nunca es bueno y menos si es un exceso de deseo porque vuelve loco al hombre y saca lo peor de nosotros.

- ¡Pablo, nos vamos!- dijo Oriana, la mamá de Pablo.

A Pablo, quien se había quedado sorprendido con la historia de su abuelo y le gustó mucho, le dio pesar irse, pero no tuvo más remedio que despedirse de su abuelo.

En el viaje de regreso a su casa lo asaltaron muchos pensamientos sobre la historia de su abuelo.

Pensaba en el ego y cómo de Este se originó todo el problema climático y cómo él no quiso prestar atención en la clase de reciclar la basura, o cómo se divirtió jugando al Conquister. Pero aún no entendía un montón de cosas.

Por ejemplo, cómo la humanidad podía no vivir junta si lo hizo alguna vez. Y cómo es que actúa el ego para que de estar unidos pasemos a estar en guerras permanentes.

Capítulo 2

Al día siguiente fue a la escuela. La primera materia era inglés. Estuvieron charlando sobre los familiares.

La profesora Regina iba diciendo:

- Mother- y señalaba el cartel- father, grandmother… Clara, what is the name of your mother?

- My mother is Silvia- contestó.

- Matías, tell me the members of your family?

- My parents are Laura and Carlos, but they are not married.

- They are divorced- le corregía la profe.

- My sister is Sofía and my big brother is Mauro, he doesn’t live with us, he left the home.

- Pablo, who are the members of your family?

- My parents are Oriana and Victor, I am only child, I have two uncles, David and Gabriel, and I have a grandfather, Elías.

- Pablo- dice Olivia, su compañera- yo también tengo un abuelo y una abuela.

Cinthia dice- yo tengo mi mamá y mi papá que se casó con otra mujer así que tengo dos medias hermanas.

Luego de la clase de inglés, vino Ciencias Naturales. Pablo le preguntó a la profe Sandra cómo podía empezar a reciclar y ella le explicó.

En el recreo Martín se le acerca a Pablo y lo tira al piso para molestarlo, según Martín en chiste, y le dice:

- ¿Venís hoy a mi casa? Tengo la Play.

Pablo, acordándose de la historia de su abuelo, le dijo que ese día no podía. Pero Martín insistió mucho. Tenía un gran poder de convencimiento e incluso lo amenazó con no ser más su amigo.

Pablo se enojó y se alejó de su amigo. Después se fue a un árbol de la escuela a treparse. Un profesor lo vio y le dijo que no, porque era peligroso. Entonces se quedó sentado contra el árbol.

Capítulo 3

De vuelta en casa, Pablo se fue a su pieza a jugar. Mientras jugaba se iba olvidando de la discusión con Martín.

Entonces suena el teléfono, y Pablo levanta el tubo rápidamente antes que lo haga alguno de sus padres, porque a él le encantaba hablar por teléfono, era muy charlatán.

- ¿Hola?- atendió con voz formal (siempre le gustaba modular la voz. De grande decía que quería ser locutor de radio.)- ¿Quién es?

- Hola Pablo, soy el abu- quién reconoció inmediatamente la voz y sabía que estaba jugando.

- ¡Abuu!- saltó Pablo.

- Quería saber cómo andabas.

- Más o menos. Hoy me peleé con Martín,- dijo tristemente- porque insistía en ir a jugar el Conquister y a mi ese juego ya me aburrió.

- ¡Ajá! Todos estamos aburridos del Conquister.- dijo el abuelo- Sólo que nadie sabe como hacer para salir de este juego, de esta ilusión y en consecuencia se deprimen o les agarra ansiedad. Luego dijo: ¿Podrías pasarme con tu mami?

- ¡Ma!- gritó cancheramente- ¡El abu!

- Hola pa. ¿Qué hacés, viejito?

- Bien, te llamaba por lo siguiente. Quería invitar a Pablito el fin de semana Podría ser. Después le preguntó a Pablo, quien salto feliz. Sí, tiene muchas ganas.

- Regio. Nos vemos

- Chau pa. Y se despiden.

Pablo fue a su habitación a jugar con sus dinosaurios. Luego pasó a los animales del zoológico, seguido de los autos. Finalmente dejó los autos por los soldaditos de juguete. Pero luego se detuvo al ver las pistolas de juguete. Porque se acordó de la historia de los indígenas y dijo: “menos mal que es de juguete”. Después recordó que se lo regaló Martín para su cumpleaños y que él, en ese momento, estaba feliz. Ahora no podía jugar con ellos.

Capítulo 4

Pablo estaba cada vez más ansioso de que llegue el fin de semana y planeaba todo lo que le preguntaría al abuelo.

Martín ya no le hablaba a Pablo y eso a él lo enojaba tanto que en las clases era inaguantable. Clara le dijo a Pablo, que se puso rojo como un tomate.

Olivia que la escuchó a Clara empezó a cantar:

- Se puso colorado, se puso colorado- fue al resto. Hasta que Pablo le dio un puñetazo a Olivia. Esta se puso llorar. La profesora Valeria los retó a los gritos y mandó a Pablo y a Olivia a la dirección. Fue un desastre total. Pablo estaba cada vez peor.

“¡Todo por una pelea con Martín!!” pensaba, ya en su casa.

Luego se acordó de la historia de su abuelo, del ego y cómo de estar unidos estamos en guerras. Entonces al sentirse identificado en ese cuento dijo: “¡La historia de mi abuelo se hizo verdad!!”. No podía salir de su asombro. Mientras más lo pensaba sus ganas de ir a lo del abuelo aumentaban.

Capítulo 5

Por fin el día más esperado por Pablo llegó. Este día iba a ir a lo de su abuelo y le preguntaría de todo.

Cuando llegó se despidió rápidamente de sus padres y se instaló en la casa del abu.

Volvió el abuelo de despedir a su hija y su yerno. Luego le preguntó a Pablo cómo había terminado su semana en la escuela.

- Y…de mal en peor- dijo Pablo- pero me sentía mejor cuando pensaba que iba a venir acá.

- ¿No te amigaste con Martín?

- No, porque al día siguiente que hablé con vos, Clara empezó a decir que estaba colorado, de enojo claro. Lo que pasa es que Martín ya no me habla. Después Olivia, me empezó a cargar, le di un puñetazo y nos mandaron a los gritos a dirección.

- ¿Y no se te ocurrió decirle a Martín por qué no querías ir a su casa? A lo mejor pueden jugar a otra cosa.

- No- dijo con tono de aprobación al abuelo.

- Bueno, el ego hace esas cosas, todos queremos que las personas actúen como nos conviene y nos peleamos entre nosotros por eso.

- Pero ahora ya no tengo ganas de ir a la escuela, así no voy a tener más problemas con el ego.

- Aunque dejes la escuela te va a pasar lo mismo en tu casa.

- ¿Y cómo se hace para que se solucione esto? Es un desastre la escuela.

- Haciéndote esa pregunta es el primer paso. Después tratá de amigarte con Martín, pero jueguen a otra cosa y explicale por qué. A lo mejor él no conoce la historia de los indígenas.

- Es verdad- dijo Pablo, mientras se iba esperanzando.

- También amigate con el resto de tus compañeros y pedile perdón a Olivia. La pelea es algo propia del ego. Es una muestra de la división que hay entre las personas, y lo que tenemos que hacer es justo lo contrario. Hay que volver a unirnos.

Pablo ahora estaba más aliviado.

Luego le pidió al abuelo que le cuente una historia.

- ¿Te acordás la historia que te conté en el asado?

- Sí, siempre la recuerdo- dijo convencido.

- Bueno. En el momento en que aparece el ego construyen una torre para que alcance el cielo. Se llamó Torre de Babel. Esa torre es una muestra de cómo el hombre iba pasando por alto la naturaleza, quería vencer las fuerzas de ella.

- ¿Y cómo se hace? Debe ser muy difícil vencer a la naturaleza.

- A través de la ciencia se pudo controlar en parte, pero aún no se han podido controlar las catástrofes naturales. Pero eso no es lo importante. Lo que importa ahora es cómo volver a estar unidos y en equilibrio con la naturaleza.

- Claro. ¿Y qué pasó con la torre? ¿Se llegó a construir? ¿Existe todavía?

- No la llegaron a construir porque era tan fuerte el egoísmo que se dividieron en dos pueblos, Oriente y Occidente, y a su vez estos se subdividieron en un montón de pueblitos, que se dispersaron por todo el planeta.

- Ah- dijo Pablo con tristeza.

- Sí- dijo el abu afirmando ese sentimiento- eso fue como el big bang de la humanidad. El big bang fue una acumulación de masa hasta que explotó. Todos sus pedazos volaron y formaron la galaxia que hoy conocemos. Parece ser, que en algún momento todos esos pedazos van a ir volviendo lentamente hacia el punto donde explotaron. Eso es lo que tendría que hacer la humanidad entera: volverse a unir.

- Pero. ¿Por qué nadie lo hace, por qué nadie habla de eso, ni se enseña en la escuela?

- Ya te dije. Las personas estamos llenas de egoísmo y no podemos pensar más que en nuestra propia solución. Lo que no entienden es que esa solución va a llegar en el momento en que se quieran unir y tratar de corregir su ego.- hizo una pausa- Lo que vos tenés que hacer es seguir yendo a la escuela, porque solo en grupo vas a poder corregir tu ego y los demás también se podrán corregir.

- ¿Ah sí?- dijo Pablo.

- ¡Claro! Los problemas entre las personas se resuelven entre las personas.

Pablo afirmó con la cabeza y luego se quedó callado un momento, pensativo.

- ¿Qué pasaría si se corrige el ego y nos unimos? ¿Y si sigue creciendo?

- Si se corrige el ego vamos a poder vivir en casas si n cerrojos porque se inventaron para proteger las casa de los ladrones. Se podrían solucionar los problemas económicos. No habría pobreza ya que alcanzaría la comida para todos y todos tendrían planes de trabajo.- siguió hablando- El agua alcanzaría para todos e incluso los ríos podrían descontaminarse con la colaboración de todos. Cualquier extraño podría ser tan amable como un familiar o un buen amigo. No habrían guerras. Los médicos ganarían dinero sólo cuando la gente está sana, cuando se enferma no se le daría un peso, para que cure como es debido y no con analgésicos para olvidar el dolor.-inspirado dijo- Es más, las personas estarían tan contentas que el sistema inmunológico tendría que hacer muy poco esfuerzo para combatir una enfermedad. Habría mucha mejor calidad de vida- terminó diciendo.

Pablo estaba muy contento por lo que le decía su abuelo.

- ¿Y si no?

- Y si no, nadie sabe lo que sería. La gente no saldría de su casa por miedo a que le roben o maten, porque habría guerras mundiales por el petróleo, por el agua, por todo habrían guerras. La humanidad y el resto de la naturaleza se extinguirían.

Asustado Pablo por lo que había escuchado dijo:

- Me gustaba más el comienzo de la historia.

- Pero el final puede ser mejor todavía, ni siquiera podría ser final- dijo el abuelo positivamente-

- ¿Hay más personas que saben lo que sabemos nosotros?

- ¡Claro! Hay gente que sabe y que trata de hacer campañas. Por ejemplo Greenpeace, está haciendo un trabajo por la naturaleza muy importante. Las personas están reconociendo que estamos en una crisis, que no da para más y están buscando una solución. Como te dije hace un rato. Preguntarse la solución es el primer paso. Después unirnos.

Dana Malka, 18 años, Kli argentino, Bnei Baruj.