http://www.youtube.com/watch?v=kgQrX_TS94U&feature=player_embedded
Nosotros en realidad, nos dirigimos correctamente hacia eso durante la clase, cuando queremos captar, queremos sentir, queremos comprender en nuestro interior; yo quiero comprender todo esto, sentirlo dentro de mi materia, en mi interior, y sólo dentro de mí, de modo que la Luz se me revele, que la Luz me abra, y sin que me enfoque ahora en cosas ilusorias. ¿Sí?
Y así estudiamos… sin olvidarnos que sólo juntos, en la unión, en la conexión entre nosotros, donde se rompió la conexión, ahí es donde alcanzamos todas las formas de las relaciones entre las Luces y las vasijas. Porque nuestras vasijas están rotas. O sea, es esta conexión desgarrada que yo tengo que descubrir. Y lo que yo tengo que llegar a sentir es cómo se va reparando esta relación quebrada.
Y tanto la falla como la reparación tienen que encontrarse en mi interior. Y estos sentimientos tienen que existir dentro de mí como Luz y oscuridad, y ellos ya me van a traer la forma de las letras y la forma de mi conexión y sensación dentro del Superior: que hay una relación especial, entre ambos, entre el Kli quebrado y el reparado, que es justamente a partir de ambos, que yo llego a alcanzar a mí mismo, alcanzo al Creador, a las relaciones entre nosotros y a nuestra unión.
Todo este proceso, todo nuestro anhelo se centra en descubrir todo esto dentro de la materia. Y el lugar más acertado para llevar a la práctica la manifestación de las fallas, yace en mi actitud hacia el prójimo. Eso es todo. Tú quieres descubrir ¿qué es lo que tienes que reparar?, tú quieres saber ¿a dónde tiene que llegar la Luz que reforma? Tu actitud hacia el prójimo. Empieza a reflexionarlo, descubre cuánto rechazo todo esto te trae, que te repulsa, que te olvidas de ello, que no quieres saber nada de esto, ¿sí? Entonces, cuando despiertas tu actitud hacia el prójimo, descubres instantáneamente el lugar adonde la Luz tiene que llegar y qué es lo que tiene que reparar.