martes, 27 de abril de 2010
sábado, 17 de abril de 2010
Temas Selectos
¿Cómo llegamos a este mundo?
El Creador remueve de sí mismo una pequeña parte (por decir) e implanta en ella egoísmo. Este egoísmo " universal" entonces se rompe en más pequeñas partes egoístas. Más tarde, una reintegración progresiva de esas partes causa la creación de los Mundos Superiores, Atzilut, Briá, Yetzirá, Assiah. Los más puros "fragmentos" son usados para la creación de los mundos espirituales más altos. Luego, los deseos más egoístas, precisamente el corazón de la creación, el Maljut del mundo sin fin lleva a la creación del alma de Adán, el primer hombre. Entonces, después del pecado de Adán, de nuevo la chispa de Divinidad, atrapada en el egoísmo se subdivide a sí misma de nuevo en pequeños y más pequeños fragmentos que forman nuestras almas.
Los principiantes que estudian Cabalá frecuentemente no perciben cómo está gobernado el mundo. Se preguntan si las acciones dependen de su elección o del Creador. Antes de que el hombre pueda iniciar un proyecto debe estar convencido de que sus acciones tienen consecuencias. Aún después de tener éxito, "paradójicamente", debe entender que todo depende solamente del Creador. Si pensamos de esa forma, progresaremos de forma correcta.
Hay cosas, que sólo se pueden sentir, no se pueden explicar. La encarnación de lo espiritual en lo material es difícil de describirse en palabras. La ciencia moderna puede justificarse a sí misma, pero, ¿cómo puede ser explicado el proceso por el cual un mundo toma la forma de otro? Las explicaciones cabalísticas sólo pueden ser posibles hasta el punto donde el alma de Adán es fragmentada. Esto no es debido a que los cabalistas no quieran aportar más explicaciones, sino porque la explicación corresponde a lo que el hombre siente y no puede explicar.
El egoísmo es una fuerza espiritual tan poderosa que el pensamiento de deshacerse de él difícilmente cruza nuestra mente. En orden de conocernos a nosotros mismos necesitamos vernos desde afuera, para sentir algo diferente que no sea nosotros mismos, para compararnos a con algo fuera de nosotros. Los objetos que nos rodean son percibidos porque están hechos del mismo egoísmo, de lo contrario permanecerían invisibles. El egoísmo toma muchas formas, la más restringida es en la que sólo se percibe a sí mismo, es la percepción que el hombre tiene en nuestro mundo, somos tan egoístas que solamente nos podemos percibir a nosotros mismos.
Cuando "crecemos" un poco, nuestro egoísmo llega mas allá de los límites de nuestro mundo y empezamos a percibir al Creador, este se vuelve espiritual, nuestro deseo no se basa más en el placer físico y mundano sino en el disfrute espiritual traído por la Luz del Creador.
El hombre es animado sólo por los deseos conscientes e inconscientes, nuestra razón nos ha sido otorgada para ayudarnos a tener sentido y alcanzar todos nuestros deseos; por consiguiente, el hombre no puede elevarse más arriba de sus deseos. Motivado por sus deseos y emociones, el hombre primero dirige el curso de sus acciones y se transforma conciente de ellas teológicamente (por la finalidad de éstas), sólo después de elegirlas.
¿Cómo se vuelve en verdad consciente de un evento que sucede? En reacción a las acciones del hombre el Creador manifiesta por grados Su majestuosidad, en orden de dar al hombre una mayor conciencia retrospectiva de las consecuencias de sus acciones. Aún el recordar nuestra forma de actuar depende del Creador, Él nos enseña el significado de nuestras acciones respondiéndonos, dándonos placer o sufrimiento, de acuerdo a nuestro mérito o culpa.
Nuestra educación es, por lo tanto, un proceso que se desarrolla cada segundo, pero no puede hacer que nos corrijamos a nosotros mismos en ninguna forma. Sólo debemos estar conscientes de nuestro egoísmo y de cómo nos encontramos sin ayuda cuando lo confrontamos, el Creador busca todo lo que no es parte de esta conciencia. A medida que el hombre avance en el camino espiritual, logrará moderar más su propia autoestima y entenderá más su verdadera naturaleza. En la proporción que el Creador se revele a sí mismo, el hombre gradualmente se dará cuenta de lo que es en realidad con respecto al Creador. Cuando sabemos esto progresamos en el camino espiritual.
Imaginemos a una persona que ha alcanzado el 99% de su corrección. El remanente 1% que no ha sido corregido parece mucho mayor que el previo 99%, la "pequeña paja en el ojo" parece enorme. Nuestras acciones y nuestro estudio nos habilita a estar conscientes del Creador y de nosotros mismos. Cuando el hombre se da cuenta de su absoluta insignificancia se desespera, no ve al Creador y el mundo entero le parece oscuro. Si mientras se encuentra en este estado oscuro, un hombre tiene en mente que la fuente espiritual de todo no es más que el Creador a quien él puede pedir cosas y sobre quién todas las cosas dependen, él estará conciente de su lazo espiritual con el Creador, entonces dejará de desesperarse, entenderá que esas aparentes condiciones negativas son enviadas en forma temporal de arriba y que son inevitables.
La forma que nos conectamos nosotros mismos con el Creador no le interesa a Él. Lo más importante para el hombre es entender que Él existe. El Creador envía los deseos para que podamos reaccionar a Él y crecer espiritualmente.
El Creador remueve de sí mismo una pequeña parte (por decir) e implanta en ella egoísmo. Este egoísmo " universal" entonces se rompe en más pequeñas partes egoístas. Más tarde, una reintegración progresiva de esas partes causa la creación de los Mundos Superiores, Atzilut, Briá, Yetzirá, Assiah. Los más puros "fragmentos" son usados para la creación de los mundos espirituales más altos. Luego, los deseos más egoístas, precisamente el corazón de la creación, el Maljut del mundo sin fin lleva a la creación del alma de Adán, el primer hombre. Entonces, después del pecado de Adán, de nuevo la chispa de Divinidad, atrapada en el egoísmo se subdivide a sí misma de nuevo en pequeños y más pequeños fragmentos que forman nuestras almas.
Los principiantes que estudian Cabalá frecuentemente no perciben cómo está gobernado el mundo. Se preguntan si las acciones dependen de su elección o del Creador. Antes de que el hombre pueda iniciar un proyecto debe estar convencido de que sus acciones tienen consecuencias. Aún después de tener éxito, "paradójicamente", debe entender que todo depende solamente del Creador. Si pensamos de esa forma, progresaremos de forma correcta.
Hay cosas, que sólo se pueden sentir, no se pueden explicar. La encarnación de lo espiritual en lo material es difícil de describirse en palabras. La ciencia moderna puede justificarse a sí misma, pero, ¿cómo puede ser explicado el proceso por el cual un mundo toma la forma de otro? Las explicaciones cabalísticas sólo pueden ser posibles hasta el punto donde el alma de Adán es fragmentada. Esto no es debido a que los cabalistas no quieran aportar más explicaciones, sino porque la explicación corresponde a lo que el hombre siente y no puede explicar.
El egoísmo es una fuerza espiritual tan poderosa que el pensamiento de deshacerse de él difícilmente cruza nuestra mente. En orden de conocernos a nosotros mismos necesitamos vernos desde afuera, para sentir algo diferente que no sea nosotros mismos, para compararnos a con algo fuera de nosotros. Los objetos que nos rodean son percibidos porque están hechos del mismo egoísmo, de lo contrario permanecerían invisibles. El egoísmo toma muchas formas, la más restringida es en la que sólo se percibe a sí mismo, es la percepción que el hombre tiene en nuestro mundo, somos tan egoístas que solamente nos podemos percibir a nosotros mismos.
Cuando "crecemos" un poco, nuestro egoísmo llega mas allá de los límites de nuestro mundo y empezamos a percibir al Creador, este se vuelve espiritual, nuestro deseo no se basa más en el placer físico y mundano sino en el disfrute espiritual traído por la Luz del Creador.
El hombre es animado sólo por los deseos conscientes e inconscientes, nuestra razón nos ha sido otorgada para ayudarnos a tener sentido y alcanzar todos nuestros deseos; por consiguiente, el hombre no puede elevarse más arriba de sus deseos. Motivado por sus deseos y emociones, el hombre primero dirige el curso de sus acciones y se transforma conciente de ellas teológicamente (por la finalidad de éstas), sólo después de elegirlas.
¿Cómo se vuelve en verdad consciente de un evento que sucede? En reacción a las acciones del hombre el Creador manifiesta por grados Su majestuosidad, en orden de dar al hombre una mayor conciencia retrospectiva de las consecuencias de sus acciones. Aún el recordar nuestra forma de actuar depende del Creador, Él nos enseña el significado de nuestras acciones respondiéndonos, dándonos placer o sufrimiento, de acuerdo a nuestro mérito o culpa.
Nuestra educación es, por lo tanto, un proceso que se desarrolla cada segundo, pero no puede hacer que nos corrijamos a nosotros mismos en ninguna forma. Sólo debemos estar conscientes de nuestro egoísmo y de cómo nos encontramos sin ayuda cuando lo confrontamos, el Creador busca todo lo que no es parte de esta conciencia. A medida que el hombre avance en el camino espiritual, logrará moderar más su propia autoestima y entenderá más su verdadera naturaleza. En la proporción que el Creador se revele a sí mismo, el hombre gradualmente se dará cuenta de lo que es en realidad con respecto al Creador. Cuando sabemos esto progresamos en el camino espiritual.
Imaginemos a una persona que ha alcanzado el 99% de su corrección. El remanente 1% que no ha sido corregido parece mucho mayor que el previo 99%, la "pequeña paja en el ojo" parece enorme. Nuestras acciones y nuestro estudio nos habilita a estar conscientes del Creador y de nosotros mismos. Cuando el hombre se da cuenta de su absoluta insignificancia se desespera, no ve al Creador y el mundo entero le parece oscuro. Si mientras se encuentra en este estado oscuro, un hombre tiene en mente que la fuente espiritual de todo no es más que el Creador a quien él puede pedir cosas y sobre quién todas las cosas dependen, él estará conciente de su lazo espiritual con el Creador, entonces dejará de desesperarse, entenderá que esas aparentes condiciones negativas son enviadas en forma temporal de arriba y que son inevitables.
La forma que nos conectamos nosotros mismos con el Creador no le interesa a Él. Lo más importante para el hombre es entender que Él existe. El Creador envía los deseos para que podamos reaccionar a Él y crecer espiritualmente.
sábado, 10 de abril de 2010
¿Qué es Cabalá?
http://www.kabbalah.info/es/video-clips-de-cabala/fundamentos-de-cabala/18-what-is-kabbalah
Transcripción:
Percibiendo la Realidad
¿Cuál es la esencia de la Cabalá?
Bien, ha habido mucha confusión, leyenda, mito y representación inadecuada alrededor de la verdadera naturaleza de la Cabalá, porque ésta ha permanecido envuelta en el misterio durante miles de años, y es llamada la Ciencia Oculta por 3 razones:
1.- En el pasado los cabalistas enseñaron únicamente a unas cuantas personas valiosas y altamente desarrolladas en cada generación, que ya poseían cualidades internas que la humanidad aún no desarrollaba en su conjunto sino hasta hace poco. Esas cualidades les permitieron entenderla y emplearla correctamente. Por eso la sabiduría de la Cabalá fue intencionalmente encubierta por los cabalistas.
2.- Todos los libros de Cabalá han sido escritos utilizando palabras que parecen referirse a cosas y personas, cuando en realidad ni una sola palabra en cualquier libro de Cabalá habla del mundo físico, y si no aprende cómo leer esos libros con un verdadero cabalista en el auténtico linaje, sencillamente no los podrá entender. No importa cuán brillante sea usted, terminará con un producto de su imaginación y nada más.
3.- La Cabalá revela el propósito y la naturaleza de este sistema que llamamos vida, y a menos que una persona sienta una necesidad poderosa, real y seria de plantearse esta importante pregunta, no podrá escuchar la respuesta. Incluso si se la gritan. Pero hoy en día la gente alrededor del mundo entero está en busca de la Cabalá.
Así que aclaremos los malentendidos. Primero veamos qué cosa no es la Cabalá:
No es y no tiene que ver con... religión, magia, misticismo, brujería, adivinación, cultos, curación, meditación, auto-ayuda, filosofía, teoría, parasicología, percepción extra sensorial, telepatía, clarividencia, nueva era, psicoquinesis, superstición, interpretación de los sueños, frenología, cartas del tarot, mantras, yoga, lazos rojos, aguas sagradas, bendiciones, judaísmo, islamismo, cristianismo, budismo, hinduismo, sufismo o animismo, regresiones a vidas pasadas, medicina holística, numerología, curación por la fe, aromaterapia, sociedades secretas, reiki, hipnosis, médium, transmutación, frenología, astrología, viajes astrales o proyecciones, sueños despiertos, espiritualismo, comunicación con los muertos, experiencias de abandonar el cuerpo, magnetismo, vudú, francmasonería, teosofía, reflexología, OVNIS, creacionismo, fanatismo o cualquier otra creencia... aunque muchas de las antes mencionadas han tomado prestados y han mal interpretado los principios de la Cabalá a lo largo de los años.
Ahora; ¿Qué es realmente?
El cabalista Yehuda Ashlag define la Cabalá de esta manera:
Esta sabiduría es ni más ni menos que una secuencia de raíces, que cuelgan mediante causa y efecto, mediante reglas fijas, determinadas, tejidas hacia una meta única y exaltada descrita como "la revelación de Su Divinidad a Sus criaturas en este mundo."
Esto significa que existe una fuerza superior, y hay fuerzas que nos gobiernan y descienden desde esta fuerza superior y crean nuestra existencia en este mundo. Estamos familiarizados con las fuerzas físicas, como la gravedad, el electromagnetismo y el poder del pensamiento. Pero existen fuerzas de un nivel aún superior que actúan mientras permanecen ocultas de nosotros. Tal y como conocemos los efectos de la electricidad, pero como no la podemos ver, no sabemos realmente lo que es.
La suprema fuerza integral, El Creador, es la suma de todas las fuerzas de los mundos y el nivel más elevado en la línea de las fuerzas de gobierno superiores.
Esta fuerza superior ha dado nacimiento a cinco mundos superiores y una barrera que los separa de nuestro mundo.
La ciencia de la Cabalá no estudia nuestro mundo y las personas dentro de él de la manera en que lo hace la ciencia tradicional. La Cabalá investiga todo lo que existe más allá de esa barrera.
No existen nada más que fuerzas descendiendo desde lo alto de acuerdo a leyes precisas. Estas leyes, como escribe Ashlag, son fijas, absolutas y están en todas partes. En última instancia, todas ellas están dirigidas de manera que podamos develar la fuerza que gobierna la naturaleza incluso mientras existimos en este mundo.
Existe un solo destino en la vida y dos caminos que conducen a él. El destino es la completa perfección y plenitud, pero podemos alcanzarlo por una vía lenta de sufrimiento o por una vía placentera y acelerada que es el sendero de la luz y la transformación.
El sendero del dolor en realidad no es un camino del todo, es la acumulación de azarosos eventos que nos ocurren en la vida porque no estamos involucrados conscientemente en nuestro desarrollo. Es la evolución dolorosa, lenta y agobiante evolución que llamamos historia y que comenzó, no lo sé, en algún lugar, y que nos está llevando Dios sabe adónde.
El sendero de la luz y la transformación es el camino mediante el cual descubrimos nuestra propia naturaleza y la naturaleza de las fuerzas que nos gobiernan. Logramos entender lo qué es y hacia donde vamos. Nos atrae e incluso lo perseguimos.
Pero, en el camino del dolor solamente sentimos que se nos empuja por medio de eventos físicos que nos causan suficiente sufrimiento como para hacer inconscientemente cambios internos que nos mueven hacia adelante. Pero como somos tan diferentes de la fuerza del crecimiento, nos resistimos y experimentamos ésta como dolor.
El camino del dolor es en realidad la evolución del egoísmo durante milenios. Mientras continuábamos inventando más y más maneras de extraer placer de la naturaleza, ésta nos parecía infinita, siempre mantenía abierta una promesa para nosotros -en la próxima generación habrá más riqueza, viviremos todos como reyes, seremos capaces de cruzar los mares y descubrir las cosas de ese mundo, iremos al espacio a ver qué cosas hay allá afuera, podremos alcanzar libertad política y personal, podremos construir máquinas que hagan nuestro trabajo para simplemente disfrutar de nosotros mismos- pero esto se ha revertido hasta ser completamente lo contrario. No estamos disfrutando. Hemos llegado a una completa alienación los unos de los otros.
De esta forma, las armas de destrucción masiva que contemplamos son exactamente una indicación física apareciendo en el camino del dolor que el ego ha desarrollado hasta su forma final. No podemos continuar a ningún lado de esta manera. Hemos llegado a un conflicto en todas las áreas de los esfuerzos humanos porque el Egoísmo no nos puede llevar más lejos: estamos comenzando a sentir la necesidad de algo más, de un orden completamente diferente -esta es la primera aparición de la necesidad espiritual en la humanidad como un todo.
La humanidad como un todo ahora debe evolucionar conscientemente usando ese más alto y completamente diferente principio de la naturaleza.
En el camino de la luz, llamado el camino de la Torá, podemos seguir por delante de la ola y a la vez comenzar a vivir nuestro próximo estado por elección en nuestro fuero interno, de manera que no necesitamos impulsos físicos negativos.
Volvamos adonde esto comenzó.
¿Puedo hacerle una pregunta seria? ¿Dónde está usted? ¿Delante de la pantalla de una computadora? ¿En un cuerpo? ¿En una ciudad? ¿En un planeta? ¿Enamorado? ¿Adolorido? ¿Qué es todo esto que usted ve y siente? ¿Para qué es todo esto? ¿Por qué está teniendo las experiencias que está teniendo? ¿Dónde está usted? ¿Y por qué está usted allí?
Si usted realmente piensa acerca de esto está bien claro que la respuesta a todas esas cuestiones contiene la respuesta a toda otra posible pregunta, y que la única cosa que impide conseguir la respuesta es la forma en que percibimos la realidad. Porque si pudiéramos verla como realmente es sabríamos qué somos, adónde vamos y la razón por la que ocurren todas las cosas en nuestras vidas. Entonces, ¿qué es todo esto acerca de la forma en que percibimos que nos aparta del conocimiento? ¿Qué es lo que nos sigue manteniendo en la oscuridad?
Comencemos aquí. Esto (hace un gesto, apuntando al espacio completo en un largo círculo) es la totalidad de la realidad, y aquí afuera está lo que pensamos que son otras dimensiones, las potencialidades no materiales, nuestro futuro y todo lo que está oculto a nosotros, lo que queremos sentir pero no podemos, lo que queremos saber pero no sabemos todavía. Por alguna razón no tenemos sentido de esto, de manera que para nosotros es como pensar que esto no existe en absoluto. ¿Y qué es todo esto? -placer sin límites, existencia ilimitada, completa percepción y conexión con la fuerza que crea y dirige el universo material (se mantiene la caja) donde nosotros estamos. Estos somos nosotros, una caja cerrada con 5 pequeñas aberturas hacia lo que nos rodea. Pero aunque tenemos estos cinco sentidos para determinar qué es la realidad y cómo guiarnos en ella, ninguno de ellos funciona de forma que puedan percibir algo que esté fuera de lo que la realidad es.
El problema es... esto es donde nosotros actualmente vivimos... y por ahora nosotros solamente percibimos lo que encontramos allí (señala hacia la caja) y lo que encontramos aquí es una percepción limitada, soledad, placeres fugaces y toda clase de problemas que nos causan sufrimiento.
Así, ¿Por qué no experimentamos lo que está fuera de aquí en lugar de lo que hay dentro de aquí?
(Zoom hacia la caja)
Cuando algo del total de la realidad viene y nos llama la atención, pensamos que sabemos qué es, pero en realidad nunca percibimos esa cosa en sí misma. Esto no entra actualmente en la caja porque los sentidos no están verdaderamente abiertos. Lo que está afuera choca con toda clase de resistencias, una pantalla, una barrera, como un tímpano, una retina, una papila gustativa, o un nervio que interpreta qué hay afuera y entonces le da una identidad y un significado de acuerdo a los efectos que esa cosa desconocida pueda tener sobre la caja. Pero la interpretación que el sensor nos da está totalmente limitada por la forma en que éste ha sido programado. El programa no nos dice que es la realidad exterior y objetiva -él la reduce, la siente sólo de acuerdo a la naturaleza de su programación interna- y todos nuestros sentidos operan de acuerdo con el mismo programa, sea que usemos nuestros ojos, un microscopio electrónico o el telescopio espacial Hubble: lo que veremos en última instancia será siempre una imagen subjetiva controlada y determinada por el programa.
Entonces ¿qué es exactamente este programa? Este llamado Egoísmo, esta preocupación sólo por mí mismo, ¿cómo me afecta? ¿Cómo hago para salir de esto que los cabalistas llaman "El Deseo de Recibir"?
La caja es una máquina. La entrada es algo informe y desconocido (es decir, que no tiene forma hasta que no le damos una) que es procesado mediante un programa interno, y la salida de la caja es nuestra realidad.
Pero esa NO es la realidad real, es sólo la forma en que esta se le aparece al Deseo de Recibir. Como fuera de aquí todo funciona de acuerdo con otro programa que nos abarca a todos, que todo el tiempo no sólo crea, sino que mantiene y dirige, entonces éste no tiene preocupación por sí mismo porque no tiene limitaciones. Se trata del altruismo incondicional, o como lo llaman los cabalistas: "El Deseo de Otorgar", la ley general del universo, la fuerza única benevolente, que está detrás de toda la existencia. Es lo que nos da todo en la vida.
Es el polo completamente opuesto a la caja. ¡Es como comparar el big-bang con un agujero negro! Es tan diferente la razón que está detrás de todas las cosas que sentimos, deseamos y hacemos, que mientras sigamos calculando nuestra vida a través de nuestros cinco sentidos y el Deseo de Recibir, nunca conoceremos nuestra verdadera naturaleza, la naturaleza de la realidad o el propósito de nuestras vidas.
FIN
¿No pensará que este es el fin para usted? Porque ello significaría que la vida fue diseñada para ser cruel y sin sentido, y aunque a veces la sentimos de esa manera -como ahora, por ejemplo- existe algo dentro de esos sentimientos que puede ser el camino para salir de esta estrecha existencia.
¡Y lo hay! Pero todo depende de lo que usted desee. Cuando la necesidad de salir de la caja finalmente se hace suficientemente fuerte, un tipo diferente de deseos aparece como un pequeño punto en su conciencia y lo único que él desea es estar conectado directamente con el programa fuera de la caja. Una vez que se ha despertado, si usted aprende a desarrollar ese deseo, el punto puede crecer para convertirse en la base de una percepción completamente diferente de las sensaciones físicas, y le va a permitir a usted percibir la realidad más grande, y sentir la naturaleza de la fuerza detrás de ella.
¿Cómo puede ocurrir esto? La Cabalá nos dice que existe una ley llamada Equivalencia de Forma.
En el mundo físico usted pude tomar dos cosas que son muy diferentes una de otra en forma y en cualidad, ponerlas una al lado de la otra en el espacio y entonces decimos que están cerca.
Pero afuera no existen el tiempo ni el espacio, ni hay objetos separados como en el mundo físico. Allí existen sólo fuerzas, campos de influencia que son diversos grados de otorgamiento semejando la actitud de la ley general del universo. En el mundo no físico, si estos campos tienen diferentes cualidades se encuentran distantes unos de otros, y si tienen cualidades similares están cerca, PERO si ellos tienen exactamente la misma cualidad, propósito y sentimiento, ¡De hecho son la misma cosa! ¡Inseparables, ligados!
Así, la cualidad egoísta opuesta de nuestros cinco sentidos bloquea nuestra percepción, y nos trae la experiencia de la separación, la soledad, de una carencia constante.
Pero ese punto embrionario en su corazón, la razón por la cual usted se está haciendo estas preguntas, así tan pequeño como es, es inconscientemente similar en cualidad y sentimiento al mundo no visible, está íntimamente conectado, entrelazado con éste, y al final le llevará a conocerlo y a entrar en él, y le revelará que cada acontecimiento en su vida, toda experiencia, todo deseo, dicha o tristeza es simplemente la ley general del universo guiando la realidad para desarrollarlo y despertarlo a usted para que elija conscientemente estar en balance con él, recibiendo lo que él más quiere darle -la habilidad de llegar a ser exactamente como él- de manera que usted sienta lo que él siente, sepa lo que él sabe, y lo que él pueda hacer usted pueda hacerlo.
El método de desarrollo de esta percepción adicional es llamado la Cabalá.
La Cabalá no es una religión; no es magia o misticismo. Es el manual del usuario de la realidad, un mapa de nuestros sentidos y nuestros sentimientos. Explica no sólo la manera en que nuestro mundo interno y nuestro mundo externo están construidos, sino además por qué. Es una ciencia tan fundamental que puede verdaderamente ser llamada una sabiduría. La Cabalá ha sido transmitida a lo largo de una cadena ininterrumpida de maestros y alumnos por miles de años, y ha sido mantenida oculta hasta el momento en que la humanidad finalmente alcanzara la necesidad, el estado de nuestro desarrollo en que podamos comprenderla y usarla apropiadamente. Ese momento es ahora.
Bnei Baruch es una organización sin fines de lucro que hace asequible la auténtica Cabalá sin costo alguno a todo aquel que la necesite, independientemente de su religión, nacionalidad, edad o género. Si ese punto en su corazón quiere conocer más, aquí están los links
FIN -bueno, realmente no es un final.
http://www.kabbalah.info/es/video-clips-de-cabala/fundamentos-de-cabala/18-what-is-kabbalah
viernes, 9 de abril de 2010
La garantía mutua
El Creador confunde al ser humano, poniéndole, constantemente, obstáculos en su camino espiritual. Al mismo tiempo, los sucesos agradables nos confunden más que los desagradables; de repente, se abren algunas posibilidades extraordinarias, tales como: un éxito en los negocios, un viaje apasionante o diferentes pequeñas tentaciones que cambian a cada momento. Gracias a ello empezamos a descubrir que no tenemos ninguna posibilidad de dirigir nuestro estado sin ayuda del entorno, que se denomina: la “garantía mutua”. Si las miles de personas, en todo el mundo, que se precipitan a revelar al Creador, no prestan atención a todos los obstáculos que Él pone, a propósito, delante de ellos, no tendré el apoyo global de estas personas y, por tanto, no podré pasar los “49 portones” (obstáculos que me apartan del Creador) y llegar al portón numero cincuenta, donde Él y yo nos uniremos (40 es la distancia entre Maljut y Bina, y 10 es mi estructura, en total 50).
Si no estoy en conexión con las personas que hacen lo mismo, entonces, estoy perdido, nunca podré lograr la meta. Mi trabajo durará varias vidas. Esto, lamentablemente, es lo que ocurre con la gente. Aun hoy en día, la ciencia convencional revela que los pensamientos humanos están conectados entre sí y, milagrosamente, se transmiten de un extremo al otro del mundo. Los científicos explican que, nuestra naturaleza está organizada de tal manera que nos obliga a pensar de modo síncrono. Estamos conectados, entre nosotros, en una red común de almas y, por eso, mis pensamientos y deseos se transmiten a los demás. Y más aun si nos precipitamos hacia la meta espiritual; con este pensamiento, empezamos a influir activamente sobre los demás y dicho pensamiento se extiende sobre todo este sistema. Esta intención interna, más que un simple intercambio de mensajes electrónicos, se denomina “la garantía mutua”. La garantía mutua se produce cuando pienso acerca de lo espiritual, lo quiero y estoy deseando que el resto también piense sobre la misma meta, ¡sólo entonces me salvaré del ángel de la muerte! Si ellos no piensan sobre esto, entonces, no me ayudan nada. Nunca podré hacer un cálculo correcto; me desviaré todo el tiempo. No tendré una base, una red que una, que me detenga dentro de ella, como una madre que mantiene en brazos a su bebé. ¡Sin esto no podemos lograr nuestra meta!
(Extracto de la lección sobre el libro del Zóhar, correspondiente al 07 de abril 2010).
Si no estoy en conexión con las personas que hacen lo mismo, entonces, estoy perdido, nunca podré lograr la meta. Mi trabajo durará varias vidas. Esto, lamentablemente, es lo que ocurre con la gente. Aun hoy en día, la ciencia convencional revela que los pensamientos humanos están conectados entre sí y, milagrosamente, se transmiten de un extremo al otro del mundo. Los científicos explican que, nuestra naturaleza está organizada de tal manera que nos obliga a pensar de modo síncrono. Estamos conectados, entre nosotros, en una red común de almas y, por eso, mis pensamientos y deseos se transmiten a los demás. Y más aun si nos precipitamos hacia la meta espiritual; con este pensamiento, empezamos a influir activamente sobre los demás y dicho pensamiento se extiende sobre todo este sistema. Esta intención interna, más que un simple intercambio de mensajes electrónicos, se denomina “la garantía mutua”. La garantía mutua se produce cuando pienso acerca de lo espiritual, lo quiero y estoy deseando que el resto también piense sobre la misma meta, ¡sólo entonces me salvaré del ángel de la muerte! Si ellos no piensan sobre esto, entonces, no me ayudan nada. Nunca podré hacer un cálculo correcto; me desviaré todo el tiempo. No tendré una base, una red que una, que me detenga dentro de ella, como una madre que mantiene en brazos a su bebé. ¡Sin esto no podemos lograr nuestra meta!
(Extracto de la lección sobre el libro del Zóhar, correspondiente al 07 de abril 2010).
jueves, 8 de abril de 2010
Acceso al origen de la energía
26.03.10, 10:03
Toda persona en este mundo es dirigida internamente por medio de dos fuerzas: la fuerza egoísta y la fuerza altruista. La fuerza egoísta atrae todo hacia su propio interior, como hacia el centro de la Creación, mientras que la fuerza altruista le permite otorgar hacia afuera, a otras personas.
A pesar de que esta fuerza se denomina altruista, es sabido que en los esquemas de este mundo puede obrar solamente de forma egoísta. Aunque yo otorgue a mi prójimo, lo hago con el fin de conseguir alguna ganancia para mí mismo, esperando un beneficio. No tengo ninguna posibilidad de otorgar sin alguna motivación, sin “combustible”, o sea, una compensación. Así está formado el hombre. Como una máquina que puede trabajar únicamente a base de un combustible egoísta; es decir, esperando ganancia y beneficio. No puedo trabajar como un motor eterno, sin recibir de afuera alguna energía y satisfacción. Debo recibir energía de afuera, ya que no soy como el sol que alumbra por su propia luz.
Sólo el Creador está originalmente dotado del atributo de otorgamiento, es Su naturaleza. Para que el creado pueda otorgar sin beneficio propio, debe recibir del Creador el combustible –la sensación de alteza del Creador. Esta es la única posibilidad de conseguir el atributo de otorgamiento –usar al Creador como origen de la energía que lo mueve todo.
Éste fue el problema de los comunistas, los socialistas, los kibutz y todos los estilos de altruistas, reparadores del mundo, que no entienden que en el hombre no hay energía con la verdadera intención de obrar con el fin de otorgar, que no tiene el combustible para realizar esta idea.
Nadie discute el hecho de que la vida sería más fácil y más cómoda si todos fuéramos altruistas. Todos están de acuerdo que sin esta corrección, la humanidad llegará a su destrucción. Pero no hay quien sepa cómo llevar esto a cabo… fuera de los cabalistas, ya que ellos tienen el acceso al origen de la energía.
Extracto de la clase sobre el periódico “HaUmá”, 25.03.2010
Toda persona en este mundo es dirigida internamente por medio de dos fuerzas: la fuerza egoísta y la fuerza altruista. La fuerza egoísta atrae todo hacia su propio interior, como hacia el centro de la Creación, mientras que la fuerza altruista le permite otorgar hacia afuera, a otras personas.
A pesar de que esta fuerza se denomina altruista, es sabido que en los esquemas de este mundo puede obrar solamente de forma egoísta. Aunque yo otorgue a mi prójimo, lo hago con el fin de conseguir alguna ganancia para mí mismo, esperando un beneficio. No tengo ninguna posibilidad de otorgar sin alguna motivación, sin “combustible”, o sea, una compensación. Así está formado el hombre. Como una máquina que puede trabajar únicamente a base de un combustible egoísta; es decir, esperando ganancia y beneficio. No puedo trabajar como un motor eterno, sin recibir de afuera alguna energía y satisfacción. Debo recibir energía de afuera, ya que no soy como el sol que alumbra por su propia luz.
Sólo el Creador está originalmente dotado del atributo de otorgamiento, es Su naturaleza. Para que el creado pueda otorgar sin beneficio propio, debe recibir del Creador el combustible –la sensación de alteza del Creador. Esta es la única posibilidad de conseguir el atributo de otorgamiento –usar al Creador como origen de la energía que lo mueve todo.
Éste fue el problema de los comunistas, los socialistas, los kibutz y todos los estilos de altruistas, reparadores del mundo, que no entienden que en el hombre no hay energía con la verdadera intención de obrar con el fin de otorgar, que no tiene el combustible para realizar esta idea.
Nadie discute el hecho de que la vida sería más fácil y más cómoda si todos fuéramos altruistas. Todos están de acuerdo que sin esta corrección, la humanidad llegará a su destrucción. Pero no hay quien sepa cómo llevar esto a cabo… fuera de los cabalistas, ya que ellos tienen el acceso al origen de la energía.
Extracto de la clase sobre el periódico “HaUmá”, 25.03.2010
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